Historia del karate
Desde sus orígenes en el siglo XV, el karate ha sido una forma de arte marcial que se ha practicado tanto en Japón como en otros países del mundo. Aunque el karate moderno se ha desarrollado principalmente en Japón, sus raíces se encuentran en Okinawa. El karate se popularizó en Japón en el siglo XX, y desde entonces se ha practicado en todo el mundo. Conoce su la historia del karate con nosotros.
Los orígenes del karate
El karate es un arte marcial cuyo origen se dio en la isla de Okinawa. Okinawa es la isla principal del archipiélago de Ryukyu, situada a trescientos kilómtros al sur de Japón y a cinco kilómetros al este de la China continental.
Las raíces del karate
La evolución del karate tal y como lo conocemos hoy comenzó en el siglo XVII.
La leyenda dice que un monje budista indio llamado Bodhidharma, creador del budismo zen, llevó el Chuan-Fa (que traducido quiere decir “ley del puño”) al templo de Shaolin en China durante la dinastía Sung. Algunos historiadores afirman que esto es falso, pero sigue siendo una opinión popular.
Hasta los registros de la práctica del Chuan-Fa en Okinawa en 1372, se sabe muy poco de ese periodo, cuando el rey Satto declaró su lealtad al emperador Ming de China.
La llegada del karate a Japón
Esto supuso un vínculo entre el Chuan-Fa y el Tode, lo que llevó al desarrollo de un método de lucha diseñado para fortalecer el cuerpo físico y espiritual en un intento de supervivencia. La unión llegó a conocerse como «Te» (mano).
El Te se practicaba en secreto en tres centros principales alrededor de las ciudades de Shuri, Naha y Tomari. Estas variantes locales se conocieron posteriormente como Shuri-Te, Naha-Te y Tomari-Te.
El nacimiento del karate como lo conocemos
Entre 1784 y 1903, el karate sustituyó a la palabra Te para describir el sistema de lucha. En 1875, la ocupación de las islas Ryukyu por parte de Satsuma terminó y éstas pasaron a formar parte oficialmente del Imperio japonés. En 1903 el karate se practicaba abiertamente en las escuelas japonesas.
La evolución del karate en Japón
La evolución del karate en Japón quedó marcada por 2 personalidades de la familia Funakoshi, Gichin y Yoshitaka, padre e hijo. Son las 2 personalidades más importantes de la historia del karate.
Gichin Funakoshi: El padre el karate
El príncipe Hirohito quedó tan impresionado por una demostración, que la incluyó en su informe oficial al Ministerio de Educación japonés, recomendando que se enseñara en las universidades.
Algunos maestros del kárate, Funakoshi, Mijagi y Mabuni, fueron fundamentales en el desarrollo de los tres estilos principales: Shotokan, Shito Ryu y Goju Ryu, de los que proceden todos los demás. Yoshitaka Funakoshi, hijo de Gichin Funakoshi, aportó cambios posteriores, convirtiendo el kárate Shotokan en lo que se reconoce hoy en día.
Gichin Funakoshi también fue poeta y escribió bajo el seudónimo «Shoto», que significa «pinos susurrantes». El Shotokan era el «lugar de Shoto», donde Gichin Funakoshi estableció un dojo (sala de entrenamiento).
La introducción del karategui
En el dojo de Gichin Funakoshi no se usaba ningún tipo de equipamiento ni atuendo para practicar karate. Hasta que en el 1922 fue a una exhibición en Tokyo en la que, Kano, el organizador le expresó su descontento con su atuendo, ya que en Japón eran muy cuidadosos con las formalidades.
Fue así como surgió la necesidad de un atuendo especializado para el karate. El propio Kano le sugirió a Gichin que utilizase un Judogi y le explicó como funcionaba todo en torno a este atuendo. Gichin quedó asombrado por la distinción de rangos que tenían los cinturones de judo y accedió a ponerse dicho atuendo.
Desde aquel momento, se comenzó a utilizar de manera progresiva el karategui, un atuendo similar al de judo que utiliza un kimono, pantalones y cinturones de diferentes colores. El color del cinturón de karate depende del rango, y las habilidades de la persona que lo practica.
Yoshitaka Funakoshi: La evolución del karate
Se sabe que Yoshitaka desarrolló posturas más largas y profundas que permiten crear más fuerza en los golpes. Sus patadas eran más dinámicas y las técnicas de ataque se desarrollaron aún más.
Alrededor de 1930, Yoshitaka se hizo cargo de la dirección del dojo principal de su padre en Japón. Yoshitaka contribuyó a introducir muchos más katas en el sistema Shotokan, que había aprendido del Sensei Azato.
Sin embargo, Yoshitaka estaba enfermo y, cuando era un niño, le diagnosticaron tuberculosis y le dijeron que no viviría más allá de los veinte años. Sin embargo, gracias a un duro entrenamiento, vivió hasta los cuarenta años.
Yoshitaka enseñó en el dojo de Shotokan hasta 1944/45, pero en 1945 estaba gravemente enfermo y gran parte de la enseñanza fue impartida por Genshin Hironishi.
Sin duda, desde 1932/33 hasta 1945, Yoshitaka tuvo una enorme influencia en el desarrollo del karate Shotokan. Sin embargo, cuando murió, su padre, Gichin Funakoshi, tuvo que salir de su «retiro» para supervisar el entrenamiento en el Shotokan, tomando el relevo de su hijo.
El auge del karate
En 1949, la Asociación Japonesa de Karate (JKA) fue creada por Gichin Funakoshi y sus seguidores. Tras la Segunda Guerra Mundial, los maestros instructores de la JKA emigraron a diferentes partes del mundo para enseñar karate. El arte marcial se extendió entonces en popularidad por todo el mundo.
Se empezaron a usar los mitones, unos guantes diseñados para la práctica del karate.
El karate Shotokan, fundado por Gichin, Funakoshi, es la forma más popular de karate que se practica hoy en día. Cuenta con más de 6 millones de practicantes en 190 países. El karate sigue creciendo hasta el día de hoy y es un arte marcial muy popular utilizado para la defensa personal.
La edición de los juegos olímpicos de Tokio 2020 fue la primera en la que el karate fue deporte olímpico.
Bibliografía
- Camps Meseguer, H. (1985). Historia y filosofía del karate. Barcelona, Spain: Alas.
- Oyama, M., Modrić, Ž., Kotani, A., & Misaki, I. (1973). Japan Publications Trading Company.
- Lemos, D. (1998). La Historia del karate. Lecturas: Educación Física y Deportes, 3(11).
- Ochoa Arbella, R., & Díaz Rodríguez, M. E. (2005). Reseña histórica del karate-do.